Dicen
que “todo se paga en la vida”, también que “en el pecado llevamos la
penitencia”. Así es mi pecado fue justo mi castigo. Llevo meses pensando cuál
será el tuyo. Ayer recordé, sentí la intensidad de lo vivido, escuché el latir
de mi corazón y entonces lo supe… su castigo fue perderme.
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